lunes, 12 de diciembre de 2011

Eduardo Garibay Mares: Ciudad de Morelia y su Municipio











Morelia bajo las pugnas del poder
Eduardo Garibay Mares
Viernes 26 de Mayo de 2006
Conmemorar el 18 de mayo el día de la fundación de la capital del estado de Michoacán implica celebrar una fecha que, en la pugna entre grupos de poder, señaló el inicio de la confrontación por ubicar la sede de la ciudad de Michoacán, en el sitio que hoy ocupa, luego de haberlo sido en Tzintzuntzan y Pátzcuaro.
La política imperial respecto a crear ciudades en el Nuevo Mundo fue aplicada por el virrey Antonio de Mendoza, al apoyar la fundación de la Nueva Ciudad de Michoacán, asentada sobre una loma llamada en purépecha Guayangareo, «entre dos ríos», en evento ocurrido con la asistencia de encomenderos y algunos indios principales, el 18 de mayo de 1541, día y año en que inició el virrey este asentamiento español: la ciudad luego llamada Pueblo de Guayangareo, después Valladolid, y hoy en día Morelia, capital de Michoacán y cabecera del municipio del mismo nombre, ubicado al noreste de la municipalidad, con mil 335.94 kilómetros cuadrados de superficie, a una altura de mil 941 metros sobre el nivel del mar, y localizado en la parte centro-norte de esta entidad, el cual astronómicamente se halla a 19°42’ de latitud norte y 101°11’ de longitud oeste, del Meridiano de Greenwich.
Sedes históricas de la ciudad de Michoacán
Desde su fundación el año de 1450, cuestiones en torno al poder sustentaron a Tzintzuntzan, «lugar de colibríes», como ciudad administrativa y capital del imperio purépecha, donde el poder político y económico de la región se concentraba cuando, tras la conquista española, los franciscanos se establecieron ahí hacia 1525, a fin de iniciar la evangelización de Michoacán, a donde en 1533 llegó, oriundo de la Villa de Madrigal de las Altas Torres, en Castilla la Vieja, Vasco de Quiroga, abogado a quien el rey Carlos V comisionó como miembro de la Segunda Audiencia, cuando además de imponer orden, administrar justicia y promover mejor trato para los indígenas, difundió la fe cristiana, construyó escuelas, hospitales y enriqueció técnicas, de por sí notables, de las artesanías purépechas, con una bondad y entrega por la que dicho emperador lo designó obispo en 1538.
Quiroga estableció en Tzintzuntzan la primera sede del obispado de Michoacán, que mantuvo no obstante cambiar en 1539 su residencia a Pátzcuaro, a donde en 1540 trasladó finalmente el obispado, otorgándole además la categoría de Ciudad de Michoacán, acciones con que implícitamente contrarrestó la influencia latente que para los indígenas representaba esa sede, cual memoria viva de su sometimiento tras la conquista, al asentar en Pátzcuaro, «lugar de cimientos para templos», la sede idónea para la Catedral, el hospital, el colegio, las casas de canónigos y el palacio episcopal, a fin de lograr objetivos del proyecto por él desarrollado, ya aquel era centro urbano-religioso donde la cultura purépecha tendió un puente entre el mundo y el supramundo, esto es, un centro ceremonial dedicado a dioses principales, donde el cristianismo se levantaría triunfante sobre la antigua religión.
Explícitamente, Quiroga objetó de Tzintzuntzan la falta de agua, los cerros próximos que limitaban la luz del sol y la duración del día, y el poco espacio llano, necesario para la expansión de una ciudad acorde con los nuevos patrones urbanos, que asimismo debía tener la iglesia Catedral y ser capital de la provincia, en tanto que Pátzcuaro, donde se levantaría la nueva capital civil y eclesiástica, gozaba de una despejada amplitud mayor, con bosques de árboles cercanos que abastecerían de madera la población y, sobre todo, con agua potable abundante y cristalina, que abastecía al interior del poblado mismo.
Ciudad de Michoacán y pugnas por nueva sede
De la fundación de la Nueva Ciudad de Michoacán se dijo que una de las principales razones para asentarla en la loma de Guayangareo fue su ubicación entre el Río Grande y el Río Chiquito. Empero, es evidente que sobre la relevancia basada en el padrón de asentamiento de ciudades coloniales, en las condiciones biofísicas y, sobre todo, en la localización de fuentes de abasto de agua, dicha sede respondió a intereses de expansión de la Corona hispana, ya que al crear una ciudad de españoles imponía así, en la provincia, un centro de poder peninsular en sitio estratégico, de frontera común de diversas comunidades indígenas y, en el caso que nos ocupa, convenientemente alejado de la sede indígena purépecha de Pátzcuaro, sustento del proyecto quiroguiano.
Así las cosas, además de no ceder en la realización de sus proyectos, Quiroga viajó a España, donde consiguió, entre otras cosas: uno, el Escudo Real de Armas de Pátzcuaro, como Ciudad de Michoacán, el 20 de julio de 1553; dos, que tal nueva ciudad fuese degradada a la denominación de Pueblo de Guayangareo, el 11 de febrero de 1555, previa cédula que Felipe II firmó el 27 de septiembre de 1552, y tres: lograr con todo ello la suspensión del traspaso de la sede episcopal a tal nueva ciudad, la interrupción de tributos, el desvío de mano de obra, y estancamiento de los servicios, con lo que en la otrora ciudad imperó la crisis, se redujo la población, disminuyó la economía, y el ayuntamiento pareció desarticularse.
Finalmente Felipe II concedió al Pueblo de Guayangareo el título de Ciudad de Valladolid, en 1576, por Valladolid, en España, lugar de origen del virrey Antonio de Mendoza, que conllevó a trasladar de Pátzcuaro los poderes políticos y eclesiásticos, en el año 1580, y a cambiar poco después el Colegio de San Nicolás. Respecto al nombre de Morelia, fue el 12 de septiembre de 1828 cuando el Congreso del Estado de Michoacán decretó la supresión para siempre del nombre de Valladolid, con el que se había conocido hasta ese día a la capital de la entidad, nombre que sería sustituido por el de Morelia, «en honor de su digno hijo, benemérito de la patria, ciudadano José María Morelos».
Corolario
Es obvio, a la luz de seis siglos, el daño que concernientes grupos de poder han ocasionado a población y pueblo de la nueva Ciudad de Michoacán, cuya cambiada denominación comprende los nombres de Pueblo de Guayangareo, Valladolid, y Morelia, donde igual el daño infringido prosigue flagrante, cuanto más se benefician respectivas élites poderosas concatenadas, las de hoy como las de ayer, en ámbito estatal, nacional e internacional, e igual incapaces para resolver problemas señalados por Quiroga, al exponer el problema de abasto de agua para uso doméstico, mayormente en los tiempos de lluvias, «que casi no cesan en la mitad del año y van muy turbios los ríos y no se puede beber si no es a mucha costa y trabajo y a riesgo de la salud y otras incomodidades», es decir, gobernantes incapaces e ineficientes para resolver los problemas del agua señalados por Tata Vasco, y prevalecientes hasta ahora, en cuanto al abasto, a la turbiedad del agua para consumo humano y uso doméstico, y a las inundaciones por lluvias, que respectivamente tienen que ver con problemas inherentes a las fuentes de suministro, a la salud pública, y a los perjuicios que conllevan los fenómenos naturales fuera de control. Ni más ni menos.

Citado en Internet:
Lunes, 05 de Junio de 2006, 01:45:12 p.m. | nobody@flickr.com (Memo Vasquez) publicó una foto:

“Vejez”


Vasco de Quiroga:
En 1533 llegó, oriundo de la Villa de Madrigal de las Altas Torres, en Castilla la Vieja, Vasco de Quiroga, abogado a quien el rey Carlos V comisionó como miembro de la Segunda Audiencia, cuando además de imponer orden, administrar justicia y promover mejor trato para los indígenas, difundió la fe cristiana, construyó escuelas, hospitales y enriqueció técnicas, de por sí notables, de las artesanías purépechas, con una bondad y entrega por la que dicho emperador lo designó obispo en 1538”. Eduardo Garibay


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Morelia: Ciudad de Michoacán, Guayangareo, Valladolid
Eduardo Garibay Mares
Viernes 18 de Mayo de 2007
http://www.cambiodemichoacan.com.mx/vernota.php?id=62333
Congratulados los nativos y vecinos de la capital michoacana porque en honor del digno hijo de la ciudad, el Generalísimo José María Morelos y Pavón, insurgente benemérito de la patria nacido en Valladolid el 30 de septiembre de 1765 y muerto en San Cristóbal de Ecatepec el 22 de diciembre de 1815, fue por decreto del Congreso del Estado de Michoacán acordado el 12 de septiembre de 1828, que el nombre de Morelia, por Morelos, figuró oficialmente a partir del día 16 del mismo mes y año, al suprimirse para siempre el de Valladolid, concedido a la ciudad por la Corona española en 1576 y cumplido en 1578, que antes también había sido llamada Nueva Ciudad de Michoacán, al ser fundada el 18 de mayo de 1541; y Pueblo de Guayangareo, a partir del 11 de febrero de 1555, por Cédula Real del 27 de septiembre de1552.
Asentada en el centro de la loma del Valle de Guayangareo, el inicio de la Ciudad de Michoacán ocurrió con la toma de posesión del sitio por parte de los comisionados Juan de Alvarado, encomendero de Tiripetío; Juan de Villaseñor, encomendero de Puruándiro encargado de buscar una sede para una villa de españoles y al que se le atribuye la propuesta de dicho lugar; y Luis de León Romano, italiano recomendado por el imperio español y que en poco tiempo fue corregidor de Michoacán.
En el acto de toma de posesión estuvieron los hispanos Pedro de Fuentes, alcalde; Juan Pantoja y Domingo de Medina, regidores; Alonso de Toledo, escribano de Cabildo, quien levantó el acta; Nicolás de los Palacios Rubios, Pedro de Munguía, Juan Botello y Martín Monge, testigos del evento; Juan de la Vega y Pedro Pérez, interesados en el señalamiento de ejidos; y los aledaños caciques y nativos principales Bartolomé, de Tarímbaro; Juan, de Cuparátaro; Francisco, de Cheráparo e Irapeo; Juan, de Acareno; y Martín, de Citangareo, así como una mayoritaria población nativa, siempre anónima.
La loma o colina, amplia y convexa, se prolonga de este a oeste con suaves declives hacia los cuatro puntos cardinales, y está situada en medio de un valle regado por dos ríos: uno que viene del sureste, el Río Chico o Chiquito, que corre al sur de la población uniéndose al lado poniente de la colina con el Río Grande, vía fluvial proveniente del lado sureste que ciñe a la loma por la parte norte y por el lado occidental, para luego seguir su curso al oriente hasta verter sus aguas en el cercano Lago de Cuitzeo.
Por lo que toca a comunidades originarias vecinas, se documenta que al sureste del valle, en el paraje llamado del Rincón, hubo una población prehispánica, y que igual al sur, en la Loma de Santa María, hay vestigios de otros dos asentamientos: el primero, del año 100 al 700 dC, con influencia de la cultura Chupícuaro; y el segundo, con visos de la cultura teotihuacana, del año 1450 hasta la llegada de los españoles en el siglo XV, en los albores del cual este valle formó parte de una vía de colonización de aliados de otro pueblo en la región, a los que por su colaboración bélica contra el enemigo azteca se les dio la oportunidad de elegir un sitio entre los límites de Tiripetío e Indaparapeo, por parte de los matlalcingas, quienes habían recibido esas tierras de soberanos purépechas. Gente amiga a la que por escoger un lugar en el centro del reino se les llamó pirindas: los de en medio, que asentaron su poblado Charo-Matlalcingo a quince kilómetros al nororiente de dicha colina, y quienes para finales de ese mismo siglo se hallaban en Etúcuaro, Undameo, Jesús del Monte, Santa María, Charo e Indaparapeo.
Ciudad de la Cantera Rosa
Ubicada a 19°42’ de latitud norte y 101°11’ de longitud oeste del Meridiano de Greenwich, y a una altura de 1,941 metros sobre el nivel del mar, Morelia es capital del estado de Michoacán de Ocampo y asimismo cabecera del municipio de su mismo nombre, donde se ubica al noreste del territorio que tiene una superficie de 1,335.94 kilómetros cuadrados: municipalidad que a su vez se localiza en la parte centro-norte de la entidad.
Reconocida en 1991 Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la UNESCO, por la cantidad y calidad de los monumentos que la pueblan, casi todos ellos ubicados en el llamado Centro Histórico, Morelia es también llamada Ciudad de las Canteras Rosas, al darse coloquialmente el nombre de cantera a la piedra empleada para la construcción de la mayoría de sus edificios desde su fundación, aunque cantera sea en realidad todo sitio de donde se saca piedra para labrar, es decir, el respectivo tipo de material pétreo o mineral, cual es el caso de la cantera de roca ígnea extrusiva en que se asentó la Nueva Ciudad de Michoacán: rocas color rosa o ignimbritas, compuestas por cuarzo, feldespato potásico, micas, y cuyo contenido de sílice es alrededor del 70 por ciento, constituyentes de los depósitos que abundan en la región y que son explotados como bancos o canteras de piedra, cuyo color puede ser blanco, blanco cenizo, crema, rosa pálido, rosa oscuro y violeta claro, así como una variedad color crema o amarillo pálido con franjas rojizas o cafés.
Corolario
Aunque es objeto para otro estudio lo que atañe a intereses y contradicciones de grupos de poder colonial en torno a la fundación de esta ciudad, de forma breve puede decirse que además de ser elegida la loma del valle por encontrarse distante de Pátzcuaro, entonces Ciudad de Michoacán, donde don Vasco de Quiroga desarrollaba su proyecto en bien del territorio y la gente purépecha, el lugar para la fundación de este asentamiento español fue escogido por el virrey don Antonio de Mendoza, quien lo dispuso como punto estratégico de expediciones para pacificar la provincia de Jalisco e igual para establecer poblados de frontera y resguardo contra los nativos chichimecas, esto es, que el inicio de la colonización de este valle atendió al proyecto de la Corona española, respecto del cual los propios españoles tenían poca disponibilidad, ya que les implicaba dejar sus propiedades agrícolas y ganaderas para vivir en la naciente población, lo que conllevó al virrey a emitir un decreto con el que obligó a los encomenderos a residir al menos dos terceras partes del año en esta ciudad, por lo que el afán por poblarla se vio fortalecido al irse convirtiendo en un espacio comercial.
Independiente de pugnas del poder por el poder, Morelia honra a quienes la honran, ante el mundo. Aunque hoy en día igual que éste es asolada por intereses económicos y políticos de élites ajenas a la insurgencia de la razón, que crecientemente se atacan ferozmente entre ellas y al interior de sí mismas, en tanto que en su ambición de lucro y poder explotan gente y recursos naturales, en perjuicio, hasta el ya vislumbrado aniquilamiento, del género humano y del planeta. Ni más ni menos.


Transporte público moreliano
Eduardo Garibay Mares
Viernes 3 de Agosto de 2007
Independientemente de problemas generados por concesionarios de transporte público en Morelia y de conflictos entre ellos mismos, tanto en la ciudad capital y su municipio
como en su zona intermunicipal conurbana, cual es el caso de la pugna crecientemente violenta de hoy en día no sólo por el apoderamiento y privilegios de rutas, sino por las confrontaciones de concesionarios contra aspirantes a concesiones, lo cierto es que las unidades de transporte, salvo honrosas excepciones, son ínsulas de poder autónomas, de concesionarios tales donde igual para el usuario que para los trabajadores del volante, los derechos y garantías consagrados por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la propia de Michoacán, así como las leyes que de ellas emanan, son letra muerta.
Casos de concesionarios y choferes
Esto porque es evidentemente que la mayoría de los concesionarios, al explotar el trabajo de los choferes de su unidad o unidades, a quienes les exigen el aporte de su cuota diaria sin importarles el bienestar de éstos ni el de sus familias, causan con ello -en mayor o menor grado- la inconformidad, la amargura y el desaliento de dichos trabajadores del volante, quienes desprotegidos de derechos que la ley manda, al ser marginados laborales que el Estado mexicano permite, a su vez actúan como verdugos y no como servidores del usuario.
Crónica de algunos viajes en combi
El usuario sube a la combi, cual coloquialmente se le llama a la unidad de transporte público, y tiene que hacer proezas de equilibrio porque el chofer arranca sin esperar a que el pasajero se siente, si es que hay lugar, o se sujete como pueda de alguna agarradera al alcance de su mano.
Sentado o parado, al momento de pagar el pasaje el usuario hace llegar su pago mediante uno de los pasajeros sentados a espaldas del chofer, o cercanos a éste, quienes de buena o de mala gana tienen que contorsionarse apretujados para poner el dinero en la mano que el conductor estira para atrás, mismo que -acto seguido- de igual forma devuelve el cambio al pasajero «cobrador», quien a su vez le pasa el cambio al pagador en turno. Todo esto, claro está, con la unidad en movimiento entre el complejo tráfico de las calles y en las vías de alta velocidad, rebasando por derecha o izquierda, deteniéndose de improviso y, siempre, exponiendo la seguridad física de los pasajeros de la unidad que conducen, la de los que van en los demás vehículos, y la de los transeúntes.
En tanto, el chofer atiende al radiotransmisor de intercomunicación para platicar con otros compañeros de ruta e informarse de datos en torno a otras combis o de cosas personales, en su carrera en que contra reloj asimismo compite contra el chofer de la unidad que va delante de él y el que va detrás, teniendo como único fin atiborrar de pasaje el vehículo a su cargo para acumular el dinero de la cuenta a entregar al dueño de la concesión, e igual salir ganador en su salario del día.
Ello sin contar que a todo volumen lleva prendida la radio comercial, escucha música grabada o, para colmo, alguno que otro lleva encendida una pequeña televisión, en tanto va tomando su refresco y comiéndose la torta, el taco o el yogurt con frutas y, por qué no, echándole una ojeada al periódico cuando lo detiene el alto de un semáforo o el congestionado tráfico vehicular. También, cuando le da la gana, deja sentar en el lugar junto a él a quien quiere, o de plano lo lleva vacío sin importarle que atrás vaya gente parada, lugar de adelante donde las más de las veces llevan a una amiga o amigo para ir platicando.
Sí, acciones irresponsables, a todas luces al margen de la legalidad, que tales choferes inician con la burla que también hacen de la obligación de usar el cinturón de seguridad, mismo que sólo se cruzan sobre el pecho, para que los vea el agente de tránsito, aunque siempre lo lleven sin abrochar.
Propuestas
Porque abusivo e inhumano es el trato al usuario en la mayoría de las combis, sea cual sea el cobro por pasaje que los concesionarios realicen o pretendan, sin que ello redunde jamás en beneficio para los trabajadores del volante y sus familias, ni para los usuarios; los funcionarios de todos los niveles de gobierno del Estado mexicano: desde los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, federal y estatales, hasta las autoridades municipales, están obligados, en lo concerniente, a lograr no sólo que los dueños de concesión o concesiones de transporte, tan ambicionadas y peleadas, cumplan asimismo mandatos de ley con sus trabajadores y brinden el debido servicio a los pasajeros.
Para lograrlo, propuestas a considerar por el bien común son: primera, que el dueño de la concesión le pague al chofer un salario que cubra requerimientos indispensables para el bienestar personal y familiar, con prestaciones de ley para acabar con tal estructura de servicio de transporte público, cuyo ilimitado lucro se deja ver al ser tan codiciadas dichas concesiones.
Segunda, que el chofer cumpla cabalmente con toda la normatividad de la ley, tanto para la comodidad de los usuarios a los que él está obligado a servir, al igual que su patrón, como para la seguridad: de sí mismo; de los usuarios, cuya integridad física e incluso la vida lleva en sus manos; de los conductores y pasajeros de otros vehículos, y de los peatones.
Tercera, que en la parte de atrás de la combi vaya un cobrador de pasaje, ya que el usuario no está obligado a cumplir dicho trabajo que debe ser remunerado económicamente.
Cuarta, se dé al usuario el boleto de pasaje que implica el seguro de viajero, puesto que en caso de accidente, queja, denuncia o demanda la persona que paga su pasaje no tiene manera de comprobar sus respectivos derechos como usuario, que así, sin documento fehaciente de su pago en la unidad de transporte en que viaja, fácilmente son violados impunemente. Ni más ni menos.


Letra por letra
Morelia, el cine y el periodismo sociales
Verdad es que la vida sigue, y que más que nunca el ánimo y la solidaridad requirieron de total fortaleza al mantener vigente que “el show debe continuar”, axioma del mundo del espectáculo que valida el desarrollo del VI Festival Internacional de Cine de Morelia
Eduardo Garibay Mares
Jueves 9 de Octubre de 2008
El tiempo perdura inexorable y en la capital del estado de Michoacán de Ocampo, federado a la República Mexicana, las secuelas de los cruentos atentados terroristas del 15 de septiembre de 2008, con los que se victimó a los patriotas mártires de Morelia: fallecidos y sobrevivientes, hoy subsisten contemporáneas a la realización del VI Festival Internacional de Cine: una realidad dolorosa y festiva de la histórica y bella Ciudad de las Canteras Rosas, en torno a la cual también continúa la actividad periodística en la entidad michoacana, en México y en ámbito internacional.
Verdad es que la vida sigue, y que más que nunca el ánimo y la solidaridad requirieron de total fortaleza al mantener vigente que “el show debe continuar”, axioma del mundo del espectáculo que valida el desarrollo del VI Festival Internacional de Cine de Morelia, FICM, cuyos recursos económicos recaudados se donarán totalmente al fondo de ayuda a víctimas de los atentados, quienes no deben ser dejados de lado en la información periodística, a fin de documentar la atención gubernamental tanto en lo que toca a restañar sus heridas físicas y daños emocionales, como para restituirles la plenitud de su vida hogareña, escolar y laboral, que para los familiares de los fallecidos y para los sobrevivientes fue trastocada para siempre por sendos atentados, que igual trastornaron la vida nacional, misma que por ello pende, a partir de la era que se vive desde entonces, de que se rescaten y prevalezcan los valores humanos, la educación de excelencia, el trabajo digno y el bienestar común.
Sí, porque México fue uno de antes de los dos atentados en Morelia, y a partir de entonces México es otro: el México de esta era que por ello exige el cumplido compromiso de los medios de comunicación masiva, como lo son, en cuanto a los temas que nos ocupan, el cine y el periodismo, ya que también cierto es que los ataques a la patriota población vulnerable, participante de la ceremonia conmemorativa del Grito de Independencia de 1810, en la Plaza Melchor Ocampo y en la Avenida Francisco I. Madero esquina con la calle Andrés Quintana Roo, conminan tanto los gobiernos y autoridades que forman parte del Estado mexicano, como a toda organización ciudadana, a replantear programas, objetivos y acciones en pro del bien común, dado que desde esa fecha de luto y dolor fueron puestos en evidencia como desfasados y caducos, al igual que ambos medios de comunicación masiva, ya que estos dos, además de servir al entretenimiento, cual es el objetivo de las películas de cine, y de informar lo noticioso, causa importante del quehacer periodístico, asimismo están obligados, mediante géneros respectivos, a cumplir su responsabilidad en torno a los procesos sociales.
Esto es, la era mexicana en la que deben predominar el cine y el periodismo sociales, reflexivos sobre su papel en el devenir social, y preocupados por la búsqueda de soluciones. Era que señala a las empresas de medios de comunicación masiva, que en la producción de sus películas, documentales, cortometrajes y largometrajes, en el cine, y en la realización de sus reportajes, en el periodismo, no se limiten mayormente a hechos y temáticas de hace décadas, sino que se ocupen más del acontecer en proceso, y de dar seguimiento del hecho, cuyas perjudiciales secuelas perduran y se viven, día a día, en concernientes lugares del territorio nacional, en detrimento de la economía, la educación, la seguridad y el bienestar de la población del país.
Origen y noticias del festival de cine 2008
Fundado en el año 2003 por Alejandro Ramírez Magaña, Cuauhtémoc Cárdenas Batel y Daniela Michel, actuales directivos del festival constituyentes de la asociación civil no lucrativa llamada Festival Internacional de Cine de Morelia, AC, que cuenta con apoyo de instituciones el gobierno federal, estatal y municipal, y patrocinadores privados, en especial del gobierno del estado de Michoacán y de la cadena Cinépolis, el festival se efectúa anualmente en octubre, con una temática internacional que además de incidir en la promoción y difusión de cine de todos los países, y de la apertura de importantes espacios al quehacer cinematográfico nacional y regional, tiene como objetivos: primero, crear un punto de encuentro único en México entre los cineastas mexicanos, el público de Michoacán y la comunidad fílmica internacional; segundo, establecer un foro en el cual promover a nuevos talentos del cine mexicano, y presentar su trabajo en el marco de una amplia gama de propuestas cinematográficas internacionales; y tercero, difundir la enorme riqueza del estado de Michoacán.
En este 2008, el máximo galardón que el festival otorga a una figura destacada del cine nacional fue conferido al popular actor Julio Alemán, nacido en Morelia el 29 de noviembre de 1933, quien recibió la Presea El Ojo y un pergamino, en reconocimiento y homenaje a su trayectoria artística, en el acto inaugural del evento cinematográfico, que el sábado 4 de octubre inició con la proyección de la película The argentine: en español Che, el argentino, dirigida por Steven Soderbergh.
Sexta edición del festival en el que además de estrenarse los filmes internacionales Vicky, Cristina, Barcelona, de Woody Allen, y Blindness, de Fernando Meirelles, y presentarse los documentales Los que se quedan, de Juan Carlos Rulfo; Los herederos, de Eugenio Polgovsky, y Shine a light, de Martin Scorsese, se estrenarán en competencia las películas Amor, dolor y viceversa, Bajo la sal, Los bastardos, Cinco días sin Nora, Cosas insignificantes, y Espiral.
Corolario
Porque el tiempo avanza inexorable y la vida prosigue, bienvenidos y buenaventura a organizadores y participantes del moreliano Festival de Cine, incluyente en la conformación de su público asistente, que une cada año a productores, cineastas, actores, distribuidores, críticos, y empresarios de salas de exhibición cinematográfica, así como a cinéfilos turistas y habitantes de la ciudad, en eventos difundidos por profesionales del periodismo impreso, radiofónico, televisivo, y de Internet, nacionales y extranjeros.
Así las cosas, a la luz de esta era de consolidación de la seguridad pública por la paz mexicana, aplausos al VI Festival Internacional de Cine de Morelia, que destinará totalmente sus ganancias al fondo de ayuda de los mártires de Morelia, tanto a las familias de los fallecidos como a los sobrevivientes, quienes también merecen, al igual que toda la población de Michoacán y del país, que al grito conjunto de ¡Viva México! en la República Mexicana predominen el cine y el periodismo sociales, en pro del rescate y prevalecer de los valores humanos, la educación de excelencia, y el trabajo digno, sustentos del bienestar común; cuestiones todas de las que pende la vida y la paz nacional, presente y futura. Ni más ni menos.


Letra por letra
Morelia y su difícil transitar cotidiano
Eduardo Garibay Mares
Jueves 22 de Enero de 2009
En Morelia, cabecera del municipio del mismo nombre y ciudad capital del estado de Michoacán de Ocampo, es obvio que las cosas no funcionan todo lo bien que debiese ser en la cotidianidad, y ello se constata por las noticias, como son los casos, por ejemplo, en cuanto a la disminución de la actividad turística, o respecto a operativos de la Dirección de Tránsito Municipal en las vías públicas.
Un crítico contexto en el que prevalece no sólo la disminución de afluencia turística, donde al parecer la esperanza de mejora, siempre eventual, se basa en la llegada de los días vacacionales de Semana Santa, sino en el que impera el incremento de las dificultades de tránsito, motivos por los que al oficialmente anunciarse el arranque de operativos contra apartados de lugares en calles y avenidas, para estacionar vehículos, efectuado a partir del lunes 19 de enero de 2009, se informó que los únicos lugares que pueden estar apartados con señalamientos son aquellos que están debidamente autorizados por esa dependencia municipal, como es el caso de hoteles y algunos establecimientos comerciales, por lo que de ahí en fuera nadie puede apartar sus lugares, ni tampoco impedir que se estacionen vehículos donde no existan cocheras particulares.
Por ello, tras advertir que se sancionará conforme al Reglamento de Tránsito y Vialidad del Municipio de Morelia, a quien se sorprenda en tal hecho, y luego de exhortar a la población a respetar las vialidades, las cuales bajo ningún pretexto podrán ser invadidas con objetos que entorpezcan la circulación vehicular, y que además puedan generar accidentes, se sentenció que no habrá tolerancia para nadie y que se actuará conforme a derecho.
Atractivos turísticos y Estado mexicano
De bien fincada fama en el país e internacionalmente por ser una ciudad bella y un tanto apacible, Morelia es una urbe plena porque además de poseer las ventajas de las grandes metrópolis del mundo, en armonía con la tranquila vida provinciana, cuenta con un Centro Histórico de colonial belleza, que está engalanado con las canteras rosas de las cúpulas y torres de su majestuosa Catedral y de sus templos, de su Acueducto, de sus fachadas en viviendas y edificios del gobierno municipal, estatal y federal, y de sus gloriosas edificaciones que ejemplifican el Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás Obispo, fundado por el notable Vasco de Quiroga, que es precedente de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y en él reposa el corazón del ilustre Melchor Ocampo, así como las respectivas casas donde nació y vivió el insigne José María Morelos y Pavón.
Sin embargo, la realidad es que calificado el país como un cuerno de la abundancia, similar al referido en la mitología griega, por la privilegiada riqueza de su territorio y litorales del Océano Pacífico y del Golfo de México, y reconocida Morelia como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la belleza de sus monumentos arquitectónicos, es por las desacertadas acciones tanto de algunas empresas turísticas, como de muchos individuos de la administración pública, en todos los niveles gubernamentales integrados al Estado mexicano, que prosigue generado el círculo vicioso causante no sólo de que en México esté lejos de consolidarse el bien común de la población, y que tampoco se vea para cuándo el turismo, llamado la industria sin chimeneas, aporte el bienestar nacional anunciado gubernativamente desde hace más de seis décadas.
Por ello es evidente que el estancamiento de negocios en torno a la actividad turística nacional se debe, entre otras cuestiones, a que empresarial y gubernativamente, al igual que se deja un tanto de lado el logro de la equidad en cuanto a bienestar social, también se apuesta al éxito empresarial turístico, con el solo sustento de la mera contemplación de la belleza del patrimonio cultural e histórico y de los paisajes naturales.
Difícil transitar en Morelia
Parece ser que a la mayoría de empresarios y de titulares de dependencias gubernamentales no les es necesario transitar por la ciudad de Morelia, ni caminando en las banquetas, con el necesario cruce de una acera a otra, ni tampoco trasladados a bordo de un vehículo entre la embrollada circulación vial, acaso porque cuando alguna vez por eventos oficiales realizan a pie algún recorrido, lo mismo que al hacer su traslado diario en sus vehículos, lo hacen sobre tramos previamente despejados por gente de la respectiva parafernalia gubernamental o privada, por lo que tampoco saben de las andanzas que implica el estacionar su vehículo, dificultades que el peatón y el conductor enfrentan y sufren cotidianamente, lo mismo quien radica en esta ciudad, que la gente que viene en plan de turista, puesto que por igual resultan perjudicados en ambos trances: a pie, que es cuando se padece la peor y más riesgosa parte; o como conductor u ocupante de un vehículo, al transitar por las congestionadas rúas, todo por la falta de visión empresarial y de voluntad política para encauzar eficaz y eficientemente la diaria actividad de la población vecinal y turística.
Corolario
Esto es que lo mismo en el centro citadino que en toda la urbe, en medio del difícil transitar cotidiano de la gente, sea por sus actividades de trabajo, escolares u hogareñas, o por afanes turísticos, para la persona que calle a calle recorre las banquetas hay esquinas que representan un riesgo, ya que a veces es una proeza cruzar a la otra acera, porque en las esquinas del centro o en los cruceros de las grandes avenidas donde hay semáforos, éstos dan preferencia sólo al alterno paso vehicular, y aunque en algunos casos existen semáforos que gráficamente indican que el peatón puede pasar, éste debe hacerlo rápidamente porque el tiempo es insuficiente, sin contar que además en algunos cruces debe cuidarse de los vehículos que no se detienen, porque en ese punto pueden avanzar en forma continua, para dar vuelta, por lo que el infortunado peatón tiene que atravesarse como pueda.
Ni qué decir de lugares donde no hay semáforos, puesto que salvo en algunos sitios donde los agentes que dirigen el tránsito sí consideran ceder el paso a los peatones, por lo general en donde no hay ni semáforos ni agentes, los conductores muy forzadamente se ceden el paso, uno a uno, entre ellos mismos, y son muy pocos los conductores que se acuerdan de cederles el paso a los que van a pie, sean niños, mujeres, jóvenes, ancianos, o personas con alguna discapacidad. Ni más ni menos.


Letra por letra
Morelia y su municipio
Eduardo Garibay Mares
Viernes 24 de Abril de 2009
Anunciado el 13 de abril que producto de varias reuniones con jefes de tenencia, y encargados del orden, se estructuró para la ciudad y municipio de Morelia la propuesta del Programa de Obras, Acciones y Servicios, POA, para el ejercicio anual 2009, ésta fue aprobada unánimemente por el cabildo el siguiente día 20, luego que el alcalde Fausto Vallejo Figueroa presentara ante los regidores dicha propuesta presupuestal, que comprende mil 67 obras y acciones, de las que dijo que el 60 por ciento se harían en comunidades de tenencias y colonias marginadas de la capital del estado de Michoacán de Ocampo.
Presentado el dictamen del POA por las comisiones de Hacienda, Financiamiento y Patrimonio, y de Planeación, Programación y Desarrollo, ambas encabezadas por la síndica Daniela de los Santos, e integradas respectivamente, la primera, por dos regidores del Partido Revolucionario Institucional, PRI, uno del Partido Verde Ecologista, y una del Partido Acción Nacional, PAN, y la segunda por dos del PRI, uno del Partido de la Revolución Democrática, PRD, y uno del PAN; la aprobación del POA por el cabildo implica un gasto de recursos públicos que asciende a mil 291 millones 267 mil 388, aplicables a mil 67 obras y acciones en beneficio de 136 comunidades del medio rural y 219 colonias de Morelia, en el entendido de que: primero, derivado de gestiones, convenios y recepción de recursos de los gobiernos federal y estatal, el Ayuntamiento contará con una ampliación presupuestal de mil 136 millones 851 mil 193 pesos, esto es, que el Presupuesto de Egresos para el ejercicio anual 2009 será de dos mil 193 millones 651 mil 193 pesos, conforme al resolutivo aprobado; y segundo, que en el supuesto de que los recursos federales y estatales no ingresaran al municipio, se autoriza al alcalde para que por medio del Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal cancele obras y acciones que con base a lo estimado se hayan programado y aprobado, o que reduzca y ajuste metas de ejecución, de darse el caso.
Así las cosas, es de esperar que en el supuesto de que se diese la cancelación de obras y acciones, éstas no sean en perjuicio de comunidades de tenencias ni de colonias marginadas de Morelia, respecto a las cuales, además de darse a conocer el porcentaje del 60 por ciento en cuanto al número de obras y acciones benéficas, igual debe ya informarse el costo de las mismas con relación a las que se realizarán a favor de sectores sociales privilegiados, lo que daría claridad y certeza en medio de la controversia pública de acusaciones del alcalde en contra de regidores, ocurridas en torno a la aprobación del POA por el cabildo.
Por eso también es indispensable que el Ayuntamiento informe accesiblemente con material impreso, y en su página de internet, el nombre, domicilio y demás datos que permitan estar en constante contacto con autoridades auxiliares, como son los jefes de tenencia y encargados del orden. Asimismo de los jefes de manzana de la ciudad capital, de quienes, cabe señalarlo, no se menciona participación alguna en la estructuración del POA, y menos el aporte, en torno a dicho programa, de integrantes del Consejo de la Ciudad de Morelia, de los que también deben informarse datos, ya que reglamentariamente, conforme al artículo 1, es un órgano de colaboración ciudadana no sólo para la atención de asuntos de interés público, sino para apoyar a la administración municipal. Datos oficiales que propiciarían una nueva era, de participación ciudadana, en pro de la resolución de problemas y necesidades que afectan cotidianamente a la población del municipio, y que por desconocerlos la autoridad, y no ser incluidos en el POA, proseguirán en daño de niñas y niños, jóvenes y gente adulta: población que por tradición se deja de lado al predominar pugnas por intereses personalistas, partidistas, y electoreros, como sucede ahora ante la inminente elección de diputados federales. Ni más ni menos.

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