viernes, 22 de junio de 2018

Amor a la patria, unificación y respeto, por sobre intereses electoreros del 2018. Eduardo Garibay Mares

Amor a la patria, unificación y respeto por sobre intereses electoreros en 2018

Por una nueva era de respeto y tolerancia política, en bien de la niñez, la juventud y la gente adulta mexicana
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Eduardo Garibay Mares
Junio 22 de 2018

Universitario Ejemplo
de Actuales y Futuras
Generaciones, en la
Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo
Al creciente perjuicio con el que se afecta desde hace décadas a la niñez y a la juventud en México, por las deficiencias del proceso enseñanza-aprendizaje en instituciones educativas, se suma el daño que a la par les causan pugnas electoreras de aquellos que en su afán de poder se atacan, como integrantes de respectivos partidos políticos y también al interior de los mismos.
Publicitada contracultura difamatoria que deforma a la niñez y la juventud de México
Porque si cotidianamente unos a otros se difaman al señalarse como corruptos, corruptibles, corruptores, saqueadores del erario público, fraudulentos, traficantes de influencias, mentirosos, incumplidos, y más, al acusarse tanto entre partidos y contendientes políticos como entre gobernantes, y cuando no sólo masivamente se reproducen esas expresiones en medios de comunicación impresos, radiofónicos, televisivos y digitales, sino que en la familia y en la escuela se comentan tales afirmaciones difamatorias tal cual, qué otra cosa pueden pensar niños y jóvenes sino que así es la gente, incluyendo a sus padres y maestros, que así es el país en que les tocó nacer y vivir.
Partidos y Coaliciones:
Todos por México, José Antonio Meade Kuribreña;
Por México al Frente, Ricardo Anaya Cortés; y
Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador.
Urge rectificar por el bien de México y su gente
Así las cosas, en principio de cuentas, es el momento de la reconciliación, la unificación, el respeto, y la tolerancia, en bien de la niñez, de la juventud, de la sociedad toda, de la patria.
Patria mexicana, amor patrio por México: Madre y padre que gestan el ser nacional
La patria, que es el objeto sobre el que debe recaer el perfeccionamiento de las voluntades de la sociedad civil, cual afirmó, entre otras cosas, Luis Taparelli en su obra Ensayo Teórico de Derecho Natural, publicada en1884, aporta al conocimiento cuestiones cívicas inherentes a la persona, a la familia, a la sociedad, a los gobiernos, mismas que perduran vigentes, a la luz de tres siglos:
De la certeza de lo que es la patria, el ser humano deduce cuál es la base del amor que le debe, porque él es parte de la sociedad pública en que nace, al igual que su madre y su padre, de quienes recibe cuidado y amor, y a los que ama.
De ahí que la familia es el centro de la unión, el primer mediador de asociación de la gente, de donde parten los primeros movimientos de la vida civil.
Esto es que el amor a la patria es consecuencia y extensión del amor filial. Patria a la que el individuo debe su seguridad, la de sus padres, y la de todo el bien común que en lo físico y moral les proporciona.
Es por ello que amar a la patria no sólo es pagar una deuda de gratitud por el amparo social de ella recibido, sino que además implica un compromiso de lealtad para aquellos a los que se está obligado a auxiliar en la obra del bien social, que igual conlleva un interés privado que da fuerza al deber moral: cuestiones todas que figuran entre las principales bases de los deberes naturales que se tienen para con la patria, y cuyo ordenado cumplimiento debe promover la autoridad pública, en las voluntades de los asociados, del pueblo, conforme a las leyes que regulan el valor proporcional de los derechos y las obligaciones.
Apegada a las formas y dentro de los límites normados, la sociedad puede mover las libres voluntades e inclinarlas, cual es también su deber, al bien social con subordinación al bien universal, esto es, que debe procurar que la población toda ame ordenadamente su propia asociación: este es el amor que en la sociedad civil se denomina comúnmente patriotismo, amor patrio.
Patria amada que comprende a la sociedad, que es unión de inteligencias y voluntades: la sociedad en la que nacieron la madre y el padre, la persona.
Patria que por ello es sociedad concreta, mediante la unificación de seres humanos, mujeres y hombres, de individuos, y de familias.
El ser una y el ser la sociedad que es, depende de tener un fin conjunto como sociedad, con autoridad de forma, origen y derechos determinados.
Patria que es asociación constituida con sustento en un principio asociante y elementos que le dan el ser concreto que la determina, y es por eso que patria implica asimismo el principio constitutivo de su sociedad: sus leyes fundamentales, donde la autoridad no se hace concreta sino cuando se asienta en ciertas y determinadas personas, de acuerdo a la forma de gobierno, por lo que patria comprende además a los individuos en quienes se concreta la autoridad.
Y porque una asociación tiende naturalmente a establecerse en un territorio, a vivir en casas, a cultivar tierras, etcétera, patria igual es el territorio donde se ubica el lugar en que se nace. En ello estriba que el amor a la tierra, al lugar de origen, y a todo lo comprendido en el orden material, sea tan natural consecuencia del amor debido a la sociedad en general como el que se debe a las personas, empezando por la madre y padre.
Autoridad que es producto de la educación, del respeto y del amor cívico de la población
De la educación cívica de los pueblos es producto la autoridad, misma que además de infundir respeto a la sociedad, y amor a la persona del gobernante.
Sí, porque el gobernante debe saber inculcar concordia en el mirar por el bien común, adhesión a las instituciones, y arraigo en el territorio patrio, consiguiendo todo esto por medio de evidente justicia en sus disposiciones y excitando con todos los objetos sensibles la imaginación de la gente, de modo que ésta, al encaminarse hacia bienes que la razón sancione, e igual forjar un impulso uniforme sustentado en la unidad social, constituya como pueblo un invencible escudo contra la más adversa suerte, al tiempo que asegura la paz con desarrollo y bienestar social.
El amor cívico depende de la relación que hay entre las personas, esto es, el vínculo que por naturaleza, por libre pacto, y por justo reconocimiento de un derecho preexistente de tercero, liga a los individuos a coexistir en sociedad, de lo que resulta el deber de cooperar a favor del bien de todos, bajo la dirección de la autoridad, como es el contribuir a los gastos públicos, a la defensa común, al descubrimiento de malhechores, a la conservación de documentos públicos, a la formación de procesos, a los institutos de beneficencia, etcétera, todo ello bajo la guía del gobernante: actos que son de amor patrio, de colaboración cívica.
En este sentido, la autoridad tiene dos formas de mirar por el bien común:
- Una, asegurar a cada cual el libre uso de sus derechos; y
- Otra, dar a los derechos de todos dirección y apoyo.
También el amor cívico puede ejercitarse de dos maneras: de forma voluntaria, por espontáneo movimiento de un noble afán; y como deber irrestricto, por mandato positivo de la autoridad gobernante.
Finiquitar confrontación difamatoria e iniciar una nueva era de respeto y tolerancia política
Urge erradicar en México las condiciones de convulsa confrontación de difamación politiquera, de frente a los comicios del 1 de julio de 2018, para que los partidos y sus respectivos contendientes a cargos de elección popular, primero como precandidatos, luego como candidatos o como “candidatos independientes” –engendros políticos del siglo 21–; y después como electos en el cargo correspondiente; inicien el desarrollo de su gestión con una nueva era de respeto y tolerancia política, en bien de la niñez, la juventud, y la gente adulta mexicana.
Una nueva era con la que a la vez México sea ejemplo de reconciliación y unificación por el bien común: por la patria, en ámbitos nacional e internacional.
¡Viva la patria mexicana! ¡Viva el amor patrio! ¡Vivan la unificación y el respeto! ¡Vivan la niñez, la juventud y la gente adulta mexicana! ¡Viva México!
Ni más ni menos.
El gobernante debe inculcar concordia y cauce hacia el bien común, adhesión a las instituciones, y arraigo en el territorio patrio, e igual debe forjar un impulso uniforme de unidad social que asegure la paz con desarrollo y bienestar

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viernes, 15 de junio de 2018

Día del Padre, el tercer domingo de junio. Eduardo Garibay Mares

Día del Padre, el tercer domingo de junio

Amor filial de quien agradece a su padre la crianza y el apoyo recibidos, que hace preciado el ser papá, como sustento supremo de realización humana
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Eduardo Garibay Mares
Junio 15 de 2018

Universitario Ejemplo
de Actuales y Futuras
Generaciones en la
Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo
El tercer domingo de junio es la fecha instituida para celebrar cada año el Día del Padre, a fin de reconocer el papel toral del padre de familia en la sociedad, al cumplir en el hogar con la crianza y formación de su descendencia natural o adoptiva, igual al lado de su pareja que él solo.
Porque la paternidad, el ser padre, se refiere desde el punto de vista biológico al vínculo de filiación entre el hombre y su descendiente natural, esto es, a la relación existente entre el progenitor masculino, el padre, y su hija o hijo.
Paternidad que jurídicamente también puede establecerse mediante la adopción, por lo que en ambos casos ser papá, al igual que ser mamá, implica tener y ejercer la patria potestad de sus hijos.
Por eso es que tanto para el padre biológico, cuyo hijo lleva su sangre, como para el padre adoptivo, que igual brinda amor y apoyo paternal, nada se equipara al gozo de escuchar la palabra: Papá, misma  que  desde  hace  al  menos  50 mil   años  ha  pasado  de  generación en generación hasta nuestros días y que, presente en 700 de las mil lenguas existentes, en el 71 por ciento de los casos tiene similar significado, ya que alude a un antepasado común, miembro de la familia por parte paterna.
Ello seguramente porque los bebés asocian los primeros sonidos que pueden emitir ante las primeras personas que ven, sus padres: ma ma, para la mamá, que los amamanta, y pa pa o da da, para el papá, al que con tal exclamación gustosa ven llegar, por lo cual se comprende que la palabra papá tenga en distintos idiomas significado semejante.
Historia del festejo
Fecha precedente en México y en otros países de la celebración del Día del Padre, que actualmente se festeja en distinto tiempo en casi todas las naciones, es el 19 de marzo, día en que se felicita a los padres con motivo de la festividad religiosa de San José: Yosef, que Dios multiplique, esposo de María y padre putativo de Jesucristo, es decir, tenido por padre sin serlo biológicamente.
San José, carpintero de oficio y fuerte de carácter quien, padre por excelencia cumplió su bíblico compromiso paterno como parte de la Sagrada Familia, con una vida perfecta y ejemplar.
En cuanto al festejo actual del tercer domingo de junio como Día del Padre, éste surgió de la propuesta de la estadounidense Sonora Louise Smart Dodd, en memoria de su padre Henry Jackson Smart, veterano de la guerra civil que enviudó cuando su esposa Ellen Victoria murió al dar a luz a su sexto hijo, y el que a cargo de la crianza de su prole cumplió las funciones que le correspondían como padre e igual suplió las de la fallecida madre.
Fue así que como Henry Jackson había nacido el 19 de junio, la amorosa hija propuso su fecha natal para homenajear a los padres.
Acogida con entusiasmo la institucionalización de un día para reconocer la labor del padre en la familia, misma que es el núcleo o epicentro donde se forma la sociedad y se sustenta el país, la agradecida hija logró que por primera vez el festejo tuviese efecto en la fecha planteada, en Spokane, Washington, en 1910, año a partir del cual también se efectuó en otros estados del país, más aún porque en 1924 el presidente Calvin Coolidge declaró celebración nacional el 19 de junio, hasta que en 1966 el presidente Lyndon Johnson proclamó oficialmente el tercer domingo de junio para festejar el Día del Padre, en tiempo no laborable.
Recorrido familiar en el valle de Chavinda,
Michoacán. FOTO/Josefina Espinoza Alcalá
Reconocimiento al ser y quehacer paterno
En el homenaje instituido para celebrase el tercer domingo de junio, lo cierto es que en el Día del Padre y siempre, es el amor filial de quien agradece  a  su  padre,  al  igual  que  lo hace con su madre, la crianza y el apoyo recibidos, lo que hace preciado el ser papá, y el ser mamá, como sustento supremo de realización humana, la cual alude el controvertido dicho de que “plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo”, es la fórmula estándar para realizarse cabalmente en la vida, puesto que es incuestionable que igual es valioso: si no se planta un árbol, actuar a favor del rescate y preservación del medio ambiente; si no se escribe un libro, leer los publicados; y si no se tiene descendencia biológica, adoptar criar y formar a infantes huérfanos o abandonados por sus progenitores.
Es por eso que instituida en casi todos los países del mundo, aunque en fechas distintas, esta celebración propicia el fortalecimiento de la unidad familiar en torno a la fundamental figura del padre, por lo que el Día del Padre se ha convertido en la fecha para festejar a todos los papás del mundo, cuyo ejemplo de vida y labor en el hogar, al incidir a favor de la sociedad en su conjunto, constituye el sustento del bienestar nacional.
Así las cosas, que en este 17 de junio de 2018 la fiesta se dé en la grata compañía de toda la familia, junto con el cariñoso saludo de la hija o hijo que se hallen ausentes.
Por el deber cumplido ¡Feliz Día del Padre!
Ni más ni menos.
Valioso como plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo, igual lo es: si no se planta un árbol, actuar a favor del rescate y preservación del medio ambiente; si no se escribe un libro, leer los publicados; y si no se tiene descendencia biológica, adoptar criar y formar a infantes sin familia
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sábado, 2 de junio de 2018

Biblio Servicios Profesionales com. José Merced Flores Flores

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La patria está en peligro! Afirmación de Ocampo vigente en 2018. Eduardo Garibay Mares

La patria está en peligro! Afirmación de Ocampo vigente en 2018

Si continuamos en la senda fatal en que nuestras discordias nos han metido, se acaba el gran bien de nuestra independencia. Melchor Ocampo
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Eduardo Garibay Mares
Mayo 30 de 2018

Universitario Ejemplo
de Actuales y Futuras
Generaciones en la
Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo
Melchor Ocampo, abogado, filósofo, científico, reformista y político liberal, nació el 5 de enero de 1814 en la michoacana Hacienda de Pateo, y murió fusilado en Tepeji del Río, del estado de Hidalgo, el 3 de junio de 1861.
Guía independentista de la persona y la nación
Prócer por quien la entidad fue nombrada Michoacán de Ocampo y cuyo pensamiento perdura vigente, como ocurre con lo expuesto en su discurso del 16 de septiembre de 1852, en Morelia, cuando se manifestó en pro de la independencia de la persona, de la familia, del gobierno, y de la nación:
“¡La patria está en peligro! Pero unidos lo conjuraremos”.
“Es hablando, no matándonos, como habremos de entendernos”, advirtió al llamar en favor de la unión y expresar: en nombre de nuestra religión, de sus familias, de su dignidad, de sus intereses todos, les ruego que permanezcan unidos ¡En nombre de todos nuestros recuerdos y aspiraciones de honor y gloria!”.
¡La patria está en peligro!: resuena vigente la afirmación de Ocampo en este 2018
Actual Bandera y Escudo Nacional de México
Así fue el apogeo de su proclama en memoria de la guerra por la Independencia de México, iniciada en 1810 y consumada en 1821, respecto a la cual señaló que “si continuamos en la senda fatal en que nuestras discordias nos han metido, se acaba el gran bien de nuestra independencia”, la cual, heredada de los héroes insurgentes, afirmó que no había sido cabal y debidamente aprovechada hasta el momento.
“¿Debe increpárseles porque creyeron que llegaríamos, nosotros sus hijos, nosotros su orgullo y esperanza a ser hombres y cuerdos, mientras la conducta nuestra ni ha sido ni es sino la de niños grandes o de insensatos?”, cuestionó Ocampo al señalar que tampoco se había aprovechado “la lección última que el triunfo de los Estados Unidos sobre nosotros debió darnos. Una vez idos nuestros vecinos ¿Qué pedía la prudencia? Que los males reconocidos se remediaran, que los futuros se precavieran”.
Escudo de Estado
Libre y Soberano de
Michoacán de Ocampo
Ocampo por la independencia individual y del país
¡Señores! Mientras la organización del hombre se conserve, como hoy nos la muestra su naturaleza, habrá en la especie humana un gran número de individuos que estén no necesaria, pero sí fatalmente sujetos a otros.
Es naturalmente indeclinable la dependencia y sujeción del débil al fuerte, del ignorante al sabio, del desvalido al poderoso. Pero es socialmente posible la emancipación de todas estas sujeciones.
La higiene y la ortopedia pueden fortificar o corregir un organismo débil y anormal, o cuando menos la gimnástica puede enseñar al dependiente los ejercicios de instrumentos y otros que compensen su natural debilidad.
El estudio sobre naturaleza, libros o procedimientos industriales, puede procurar el grado de instrucción que cada uno necesite para desempeñar por sí solo su papel en el mundo.
El trabajo y la economía pueden dar a cada uno aquel grado de riqueza esperada para satisfacer sus necesidades reales y fantásticas.
Hay cierto grado y género de dependencia que nos degrada, y es aquel en que no podemos vivir sin el auxilio ajeno: aquel en que ni nuestros negocios, ni el uso de nuestras facultades, ni la subvención a las necesidades propias pueden hacerse por nosotros solos.
Somos incompletos, estamos truncos, no existimos propiamente como individuos, siempre que nuestra razón, organismo o medios de subsistencia no basten al desempeño de todas las funciones que la naturaleza y, por lo mismo, la sociedad, que es nuestro estado natural, quiere que desempeñemos.
No, no hay individualismo siempre que haya de hacerse por dos, o más, la función que debiera cumplir uno solo, porque la acción y su impulso o resorte están divididos.
Las naciones tampoco pueden serlo, ni aún merecen el nombre de tales, siempre que para los altos destinos que les estén encomendados tengan que valerse del auxilio o complemento de otras.
Por el contrario, cuando un cierto número de condiciones se ha cumplido, la dependencia deja de existir, y el individualismo se establece en el justo grado que se necesita para la libertad: la nacionalidad se proclama por unos y se reconoce por otros, porque la nación y el hombre se han puesto en la senda de su relativa e indefinida perfección.
No ha sido cordura desperdiciar los años y la riqueza pública en diversos ensayos de gobierno y administración ¡Desgraciada República, prepárate para la que acaso será la última de tus locuras! Subdividida la inteligencia casi en tantas opiniones como hay cabezas que piensen.
La inteligencia, primer poder del hombre y de la sociedad, se halla como diluida en tantos pareceres diversos: no hay por lo mismo opinión, no puede crearse un espíritu público, porque no hay una fe uniforme.
La fuerza dividida igualmente y desorganizada piensa resolver por la desolación y el exterminio una cuestión que aún no se formula, un problema cuyos datos aún no se completan por parte de los insurrectos.
Los que se pronuncian piden, pero ni saben qué, y si reclaman algo tan sólo es para que los incautos crean que hay motivos para exigir con las armas.
La riqueza acumulada por el sudor e industria de particulares, desviada del tesoro común la parte que a él debía entrar, por la inmoralidad e ineptitud de algunos, va casi a consumirse en gastos no sólo improductivos, sino destructores y ruinosos
¡Qué va a ser de ti pobre México, cuando están desquiciados los elementos de tu poder e independencia, y cuando en el vértigo de las pasiones, tus mejores hijos van a desgarrar tus entrañas!
Cuando en nombre los unos de la libertad y los otros del orden, como si ambas ideas no fueran compatibles, van a agotar tus fuerzas para entregarte postrada a los pies de tu ambicioso y prepotente vecino.
¿Quieren ser independientes? ¡Aprendan, trabajen, economicen ¿Quieren que México lo siga siendo? ¡Únanse!
México en peligro hoy como ayer
En el marco de su 157 Aniversario Luctuoso, enmarcado en el actual contexto de campañas hacia los comicios del 1 de julio de 2018, es vigente el llamado unificador de Ocampo para conjurar peligros que amenazan la vida nacional.
Peligro para la vida nacional proclamado entonces por Ocampo en un día festivo. aunque empañado, como sucede cotidianamente ahora, por la confrontación violenta entre partidos políticos y grupos de poder, y por la pobreza, hoy creciente y extrema: sí, las mismas causas por las que también desde el siglo XVIII se migraba a los Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida, aunque no en forma multitudinaria como en la actualidad.
Esto es un contexto de desunión y peligro nacional, casi tan grave como el que hoy se vive, por el que, atribulado, entonces Melchor Ocampo reconoció:
“Yo no debí mirar el lúgubre horizonte de nuestro porvenir en un día como éste, que debe ser de júbilo, de congratulaciones y grata remembranza. Pero el espectro de la perdida patria se ha presentado ante mis ojos y no he podido reprimir mi conmoción”.
Ni más ni menos.

No ha sido cordura desperdiciar los años y la riqueza pública en diversos ensayos de gobierno y administración ¡Desgraciada República, prepárate para la que acaso será la última de tus locuras! Subdividida la inteligencia casi en tantas opiniones como hay cabezas que piensen