Hidalgo y la crisis política de
1808 ante la crisis mexicana en 2015
Eduardo
Garibay Mares
Mayo 8 de
2015
En
este 2015, al rememorar el aniversario luctuoso del iniciador de la lucha
armada por la Independencia de México, don Miguel Hidalgo y Costilla Gallaga,
muerto en la ciudad de Chihuahua el 30 de julio de 1811 por las balas del
pelotón de fusilamiento virreinal, el mensaje a los gobernantes y autoridades
que integran el Estado mexicano, así como los dirigentes y militantes de los
partidos políticos del país, es que tengan presente que por la respectiva
irresponsabilidad de acciones de aquellos que impunemente dañan al pueblo y
ponen en peligro a la República, por el mero afán de arribar o permanecer en
sus cotos de poder, hoy incuban un creciente contexto favorecedor del deterioro
de la vida nacional, que puede conllevar al estallido social, en forzada
semejanza con la crisis política de 1808 en México, cuyo conjunto de hechos
incidieron en la población de la Nueva España y dieron lugar al inicio de la
guerra insurgente contra la Corona española.
Sinrazón de la codicia por el
poder
Lo
malo es que en esta primera década del siglo XXI es la irracionalidad la que
conlleva a ocasionar la lucha, esta vez entre los mexicanos, por la sola
codicia de poder, a diferencia de la guerra insurgente iniciada el 16 de
septiembre de 1810 por Hidalgo, el Generalísimo de América, uno de los insignes
héroes forjadores de la nación mexicana, y también distinta a la comenzada el
20 de noviembre de 1910 a
partir de que Francisco I. Madero González enarboló el lema “Sufragio efectivo.
No reelección”, enfrentado al titular del Poder Ejecutivo Federal, quien sólo
así, por la fuerza, el 25 de mayo de 1911 dejó el cargo que desempeñó por más
de 30 años, aunque la lucha por el predominio de la democracia prosiguió hasta
culminar con la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos de 1917, en la que asimismo se consagró el sistema de gobierno
sustentado en la democracia, aunque con todas las virtudes y vicios que en
torno a ésta campean, desde que principió en la antigua Grecia más de siglo y
medio antes de Cristo.
Sí,
el México del siglo XIX, independiente y republicano por el que lucharon los
nacidos en esta tierra, a partir de que el cura de Dolores, Miguel Hidalgo,
convocó a la lucha al grito de ¡Viva México! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!, al
tocar la campana de la iglesia y elevar el estandarte con la imagen de La Guadalupana. El
México del siglo XX, revolucionario en pro de las garantías individuales y los
derechos humanos, de la justicia social, del gobierno democrático, del Estado
garante del bienestar de la sociedad social y de la seguridad nacional, del
país independiente, soberano y fraterno en la convivencia internacional.
Miguel Hidalgo y Costilla Gallaga. Dibujo a lápiz de Hidalgo
cuando estudiante adolescente, Rector del Colegio de San Nicolás Obispo, e
iniciador de la lucha insurgente. Obra realizada el 17 de abril de 2005 por
Eduardo Garibay Mares.
Crisis política de 1808 en
México
En
el ámbito político, socioeconómico y militar, en el año 1808 sucedieron un
conjunto de hechos que perturbaron a la gente de la Nueva España , mismos
que además de acelerar la decadencia del virreinato colonial, gestaron el
inicio de la guerra insurgente contra el imperio español.
Una
crisis política en torno a la cual se dieron factores detonantes, externos e
internos: en lo externo, la invasión francesa a España y la inmediata lucha de
los españoles por liberarse de las tropas de Napoleón Bonaparte; y en lo
interno, primero, la omnipotencia del virrey José de Iturrigaray, quien durante
su mandato fue señalado como corrupto, principalmente por parte de empresarios
españoles radicados en Nueva España; y segundo, la información difundida a
principios del año 1808, en cuanto a que los franceses habían entrado en
Valencia y Sevilla, y que se hallaban a un paso de la capital hispana, así como
la noticia del levantamiento del 2 de mayo, en Madrid, que fue conocida por la
sociedad novohispana en agosto, mismo mes en que Iturrigaray desconoció a la Junta General del
Principado de Asturias, que se proclamó autoridad representante del imperio
español, en ausencia del rey Fernando VII, y este hecho fue visto por la
sociedad de peninsulares radicados en México como la declaración informal de
independencia por parte del virrey Iturrigaray; y tercero, que conocida la
noticia de la invasión del ejército napoleónico al territorio de España, los
jefes españoles arraigados en México sospecharon que el virrey pretendía
independizar al virreinato y erigirse como cabeza de la nueva nación, por lo
que con el apoyo del arzobispo de la Ciudad de México Francisco Xavier de
Lizama y Beaumont, el hacendado Gabriel de Yermo y otros miembros de la
sociedad española en la capital, dieron el primer golpe de Estado en la
historia del México colonial, al tomar por asalto el Real Palacio de México, la
noche del 15 de septiembre de 1808, y destituir a Iturrigaray de su cargo como
virrey.
Insurgencia contra abusos de
la Corona hispana en el virreinato mexicano
Otra
causal de inconformidad con la Corona española fue la aplicación de la
consolidación de vales reales a las élites de criollos, y de peninsulares, que
significaba extraer, una vez más, importantes cantidades de la riqueza de
México hacia la metrópoli imperial, en perjuicio de gran número de
instituciones eclesiásticas y seculares, así como de civiles criollos y
peninsulares, de ahí que en diciembre de 1809 se descubriese en Valladolid, hoy
Morelia, capital de Michoacán, una conspiración para independizar a la Nueva España ,
encabezada por el hacendado José Mariano Michelena, quien fue detenido junto
con los demás integrantes de la conjura de Valladolid, e igual fueron puestos
en libertad en marzo de 1810, por orden del virrey.
Año
de 1810 en que al llegar a la
Nueva España el virrey Francisco Xavier Venegas de Saavedra,
en el mes de septiembre, se gestaba ya en Querétaro una conspiración
independentista emprendida por la vallisoletana doña Josefa Ortiz de Domínguez
y su esposo, el corregidor Miguel Domínguez, los militares Ignacio Allende,
Juan Aldama y Mariano Abasolo, conspiración que al ser traicionada y
descubierta adelantó el inicio de la
Guerra de Independencia de México, comenzada con el Grito de
Dolores que fue el ¡Viva México! del entonces párroco Miguel Hidalgo y
Costilla, a quien se rememora para el encauce de la vida nacional en bien de
México y de su gente.
Insurgencia de la razón
contra individuos que sólo atienden intereses propios y de su partido político
Hidalgo,
el pensador independentista y revolucionario, y los hechos históricos tanto de
su contexto como de la
Revolución Mexicana , que ponen en evidencia a los públicos
actores de la infamante crisis política que asola al país, recrudecida en este
2015, donde el caos es producto del empecinamiento de tales individuos que sólo
atienden al interés propio, de su élite, y de su partido político, sin
importarles que hoy México es una nación independiente y soberana, donde
libremente, y en condiciones de equidad, llegan a cargos de elección popular
quienes como candidatos de respectivos partidos políticos obtienen el mayor
número de votos, con alternancia de partidos en los poderes Ejecutivo, Legislativo
y Judicial, tanto en cargos federales y estatales, así como en los municipales.
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