jueves, 9 de octubre de 2014


Hermanamiento José María Morelos y Pavón APREFOJAC – APECOMOR. SEPTIEMBRE 29 de 2014
Sentimientos de la Nación, 1813 Constitución de Apatzingán, 1814 Estado de Morelos, 1869

Memoria histórica de aporte al presente
y de proyección al óptimo porvenir de México

Hermanamiento José María Morelos y Pavón

Asociación de Prensa y Fotógrafos de Jacona, A. C., APREFOJAC – Asociación de Periodistas y Comunicadores de Morelos, APECOMOR





Se trata en la presente guerra de hacerlos dueños y señores libres del país abundante y delicioso en que han nacido: Morelos




Nació Morelos en la ciudad de Valladolid, del Obispado de Michoacán

Eduardo Garibay Mares
Prensa Libre
Jacona, Michoacán. Septiembre 29 de 2014. No. 890. Página 2

El día 30 de septiembre de 1765, la señora Juana Pavón, quien se hallaba en el noveno mes de embarazo, y su esposo José Manuel Morelos Robles se dispusieron a ir con su hijo José Nicolás, de dos años de edad, a la misa dominical de la cercana iglesia de San Agustín, a la que llagarían a pie desde su domicilio ubicado también a poca distancia de la capilla del Prendimiento, en la ciudad de Valladolid, capital de Michoacán.
Concluido el rito religioso, al salir del templo y encaminarse hacía el oriente, la señora Juana empezó a sentir los dolores que le anunciaban el parto, por lo que precavidamente siguieron su camino a casa, y luego de pasar frente a la puerta principal del edificio que a la fecha era hospedería de frailes agustinos, tras doblar la esquina y dirigirse con rumbo al sur, la señora Juana apenas pudo avanzar y llegar a la puerta lateral de dicho albergue, donde se adentró en el pasillo y a unos cuantos pasos de la calle dio a luz a su segundo hijo.
Sorprendida por el alumbramiento y feliz por la buena ventura, Juana Pavón, nacida en Querétaro, ya radicada en Valladolid se había casado a los 15 años de edad, el 18 de febrero de 1760, con Manuel Morelos, de 18 años y originario de Zindurio, población situada a menos de seis kilómetros de la urbe michoacana.
La joven madre era hija de la señora Juana María Estrada, ya fallecida, y del profesor José Antonio Pérez Pavón, graduado de Bachiller en Artes en la Universidad de México, originarios ambos de Apaseo, Guanajuato, y es el caso que por su madre se le puso Juana y por su padre llevó el apellido Pavón. En tanto que el impresionado y dichoso padre Manuel, de oficio carpintero, era hijo de Jerónimo Morelos y Luisa Robles.
El espontáneo advenimiento del segundo hijo de Juana y José Manuel, ocurrido en el pasillo de la posada agustina de Valladolid, casualmente se dio en el día de San Jerónimo, Doctor de la Iglesia Católica del que provenía el nombre del abuelo paterno del niño, aunque no fue así como se le llamó cuando según la usanza de bautizar a las criaturas casi recién nacidas, en la catedral cuatro días después el cura Francisco Gutiérrez de Robles exorcizó solemnemente, puso óleo, bautizó y le puso crisma al infante nacido el día 30 de septiembre, al que le puso por nombre J osé María Teclo, hijo legítimo de Manuel Morelos y de Juana Pavón, españoles, a la vez que reiteró a los padrinos del niño, el señor Lorenzo A. Cendejas y su esposa Cecilia Sagrero, el compromiso adquirido con su ahijado.
Así lo escribió el sacerdote en el libro de actas, al hacer constar el nacimiento y bautizo del niño que en sorpresivo alumbramiento y en buena hora vino al mundo: José María Morelos y Pavón.



Datos enlazados a la historia

Eduardo Garibay Mares
Prensa Libre
Jacona, Michoacán. Septiembre 29 de 2014. No. 890. Página 2

Obispado de Michoacán: En la época colonial abarcó un enorme territorio, que desde la costa del Océano Pacifico se extendía y atravesaba hacia el centro y al nororiente del país, con un área que abarcaba los actuales estados de Michoacán, Colima, Guanajuato, San Luis Potosí, el límite sur de Tamaulipas y una parte de los estados de Jalisco, Guerrero y Querétaro.
Sede de planes insurgentes contra la Corona española, manifiestos en 1809, y donde en su momento inició la lucha por la independencia de México encabezada en el curato de Dolores por Miguel Hidalgo y Costilla, el 16 de septiembre de 1810; esto es, un obispado michoacano en el que muchos nativos o residentes del obispado fueron protagonistas de la insurgencia que llevó a la consolidación del México independiente, como lo asimismo ejemplifican José María Morelos y Pavón, Josefa Ortiz de Domínguez, Ignacio Allende, José Sixto Verduzco, Ignacio López Rayón, Manuel Villalongín, Benedicto López, y Agustín de Iturbide.



Josefa Ortiz de Domínguez, heroína de la Independencia de México

Eduardo Garibay Mares
Prensa Libre
Jacona, Michoacán. Septiembre 29 de 2014. No. 890. Página 2

Josefa Ortiz Girón, hija de María Manuela Girón y de Juan José Ortiz, nació súbdita de la Corona española el 8 de septiembre de 1768 en Valladolid, hoy Morelia, ciudad capital de Michoacán, y murió como ciudadana patriota de la nación mexicana, el 2 de marzo de 1829, en la Ciudad de México.
Casada el 24 de enero de 1793 con el abogado José Miguel Domínguez Alemán, procrearon ocho hijas y cuatro hijos. A principios de 1802 él fue designado corregidor de Querétaro, lugar donde ambos proyectaron su influencia en la alta sociedad queretana, al manifestarse por la justicia y reprobar los abusos, e igual argumentar a favor de doctrinas democráticas, representativas e igualitarias, también a favor de los indios despojados y de la población marginada, por quienes ella aprovechó su posición para hacer numerosas obras de caridad.
La corregidora Ortiz de Domínguez defendió los intereses de los criollos, a los cuales pertenecía por ser hija de españoles, ya que a pesar de las reformas borbónicas aplicadas desde España a partir del año 1700, al prevalecer la tradición de que los altos cargos administrativos y militares virreinales fuesen ocupados sólo por los nacidos en la península ibérica, el régimen colonial tenía relegados a puestos secundarios a los criollos. Y también hizo eco de reivindicaciones de la población descendiente de los nativos de la civilización prehispánica, la cual vivía en condiciones lamentables. Por ello luchó durante toda su vida para que se reconocieran los derechos de los indígenas.
Albores de la insurgencia
El descontento se encauzó a través de veladas literarias, donde se difundían las obras producto de la ilustración francesa, sembradoras de las ideas de libertad, igualdad, fraternidad y derechos humanos, que sustentaron el anhelo de independencia de su territorio en los criollos en la Nueva España, para acabar con el dominio español, el cual se avivó en 1808 cuando Napoleón Bonaparte invadió a España y no sólo obligó al rey Carlos IV a abdicar en su favor, e hizo prisionero a su hijo Fernando VII, sino que nombró rey a su hermano José Bonaparte, con lo que asimismo se evidenció la necesidad de lograr, al independizar a México, una nación en la que imperasen los valores democráticos. Tertulias en que participaban Leona Vicario, Manuela Medina, María Rivera, Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, los hermanos Ignacio y Juan Aldama, así como Epigmenio y Emeterio González, y Mariano Abasolo: la Conspiración de Querétaro, mujeres y hombres con ideales, compromiso de vida, e incontenible propósito libertario.
En septiembre de 1810, traicionada el día 13 la conspiración que iniciaría la lucha de Independencia el día 2 de octubre, Josefa logró informar de delación a Miguel Hidalgo, párroco de la Congregación de Nuestra Señora de los Dolores, quien entonces tuvo que adelantar por 16 días el comienzo de la guerra independentista, y tuvo que iniciarla en la madrugada del día 16, cuando convocó al pueblo a levantarse en armas para luchar por el finiquito de la situación precaria causada por las malas condiciones de vida y las tremendas desigualdades que imperaban en la vida del virreinato: ¡El día del Grito de Independencia!
Alma de la Conspiración de Querétaro y heroína de la Independencia de México, Josefa Ortiz de Domínguez ejemplificó que sólo la participación y voluntad conjunta de mujeres y hombres podrá lograr el bienestar equitativo, y erradicar tanto la discriminación como la marginación social, laboral, económica, política, educativa y cultural, con que las personas se victiman unas a otras.

 Celebrar que en 1821 culminó la guerra insurgente y se consumó la independencia el 28 de septiembre: Día de la Independencia de México: Eduardo Garibay Mares












No hay comentarios:

Publicar un comentario