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Revista para América y el mundo, de ciencia, conciencia y libertad
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Porque ya tenían patria en la que nacieron y por la que lucharon, más que exclamar como oficialmente se acostumbra ¡Vivan los héroes que nos dieron patria!, aquí y ahora es al correcto grito de ¡Viva la patria que nos dio héroes!
Pensamiento, voz y acción en el México insurgente e independiente
Eduardo Garibay Mares
Prensa Libre
Lunes 17 de septiembre de 2012, página 2
Porque ya tenían patria en la que nacieron y por la que lucharon, más que exclamar como oficialmente se acostumbra ¡Vivan los héroes que nos dieron patria!, aquí y ahora es al correcto grito de ¡Viva la patria que nos dio héroes!, que se rememoran enlazadas ideas, palabras y acciones de quienes en respectivos contextos lucharon: Primero, a partir del 16 de septiembre de 1810, por independizar del yugo hispano a su tierra natal, su patria, y a su gente, para hacer de México una nación independiente de tal imperio español; y luego, a partir del 28 de septiembre de 1921, por hacer del México independiente país republicano de libertades y equidad para el pueblo, poderdante de los cargos públicos en el sistema de gobierno nacional.
Esto es, que al conmemorarse el CCII Aniversario del inicio de la guerra independentista, los objetivos por los que se luchó a riesgo de la vida por el bien de la patria y de su gente, enmarcan en este 2012 la realidad nacional, que hoy los hace ver como meras utopías, ya que a la luz de tres siglos siguen sin lograrse a cabalidad.
En el México insurgente
Miguel Hidalgo y Costilla Gallaga: "¡Viva la religión católica! ¡Viva Fernando VII! ¡Viva la patria y reine por siempre en este continente americano nuestra sagrada patrona, la Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Muera el mal gobierno!", exclamó al dar el grito insurgente en el curato de Dolores el 16 de septiembre de 1810, para iniciar la guerra por la Independencia de México. Nacido el 8 de mayo de 1753 en la hacienda de Corralejo, en el rancho San Vicente, jurisdicción de Pénjamo, del actual estado de Guanajuato, Hidalgo afirmó que “Se concede el indulto a los criminales, no a los que defienden la libertad de la patria”. A los 58 años de edad murió fusilado el 30 de julio de 1811 en la ciudad de Chihuahua.
José María Morelos y Pavón: “Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejoren sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y el hurto”, propuso en el punto 12 de los Sentimientos de la Nación, que el 14 de septiembre de 1813 presentó en Chilpancingo ante el Congreso Constituyente de Anáhuac, y que fue documento para sustento toral de la Constitución de Apatzingán promulgada el 22 de octubre de 1814. “Morir es nada cuando por la Patria se Muere”, afirmaba Morelos, quien a los 50 años de edad murió fusilado el 22 de diciembre de 1815 en San Cristóbal de Ecatepec, del actual estado de Morelos.
Rafaela López Aguado: “Preferiría ver a un hijo muerto antes que traidor a la patria”, contestó heroica a la propuesta virreinal de que para salvar la vida de su hijo Francisco, convenciera a sus otros cuatro hijos Ignacio, José María, Ramón, y Rafael López Rayón, para que abandonaran la lucha insurgente. Manuela Rafaela López Aguado nació y murió en Tlalpujahua, del actual estado de Michoacán, lugar donde contrajo matrimonio con el empresario minero Andrés López Rayón, con quien procreó a sus cinco hijos que llegado el momento lucharon por la Independencia de México.
En el México independiente-republicano
Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las naciones, el derecho ajeno es la paz”, dijo el 15 de julio de 1867, cuando pudo volver victorioso a la capital del país al triunfar la República sobre el imperio de Maximiliano I, para culminar así la parte de su discurso en la que manifestó: “Mexicanos: Encaminemos ahora todos nuestros esfuerzos a obtener y a consolidar los beneficios de la paz. Bajo sus auspicios, será eficaz la protección de las leyes y de las autoridades para los derechos de todos los habitantes de la República. Que el pueblo y el gobierno respeten los derechos de todos”. Nacido el 21 de marzo de 1806 en San Pablo Guelatao, Oaxaca, Juárez falleció de muerte natural el 18 de julio de 1872 en la Ciudad de México
Maximiliano de Habsburgo: “¡Mexicanos! Muero por una causa justa, la de la independencia y libertad de México. Ojalá que mi sangre ponga fin para siempre a las desgracias de mi nueva patria. ¡Viva México!”, gritó el emperador Maximiliano I de México un instante antes de morir fusilado. Nacido el 6 de julio de 1832 en el Palacio de Shoenbrün de Viena, en Austria, y muerto el 19 de junio de 1867 en el Cerro de la Campanas de Querétaro, durante su gobierno Maximiliano mandó erigir en 1865 la estatua ecuestre del Generalísimo José María Morelos, en la ciudad de Morelia, para rememorarlo en el centenario de su natalicio.
Melchor Ocampo: “Es hablando, no matándonos, como habremos de entendernos”, dijo el 16 de septiembre de 1852, en la ciudad de Morelia, para conmemorar el inicio de la lucha por la Independencia de México, tras haber afirmado en su discurso “¡La Patria está en peligro! ¡La Patria está en peligro! ¡La Patria está en peligro! Pero unidos lo conjuraremos”.
Justo Sierra: “México tiene hambre y sed de justicia”, afirmó en 1893 al pugnar por un Estado que habría de progresar por medio de una sistematización científica de la administración pública. Escritor, historiador, periodista, poeta, político, y decidido promotor de la fundación de la Universidad Nacional de México, hoy Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Justo Sierra Méndez nació el 26 de enero de 1848 en Campeche, Campeche, hoy San Francisco de Campeche, y falleció el 13 de septiembre de 1912 en Madrid.
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