Elecciones en la selva legendaria. De la fábula a la realidad en
México 2015
Eduardo
Garibay Mares
Junio 7
de 2015
Se
cuenta en las Fábulas de Eglisic, que en el proceso civilizatorio de Mixamer se
dio la involución electoral, entre fin y principio de los siglos XX y XXI,
cuando en dicho país los partidos políticos suplantaron la democracia con
partidocracia, y devenidos en bestiales impusieron la ley del más fuerte de la
selva, sobre la ley de la razón, la equidad y la justicia social, mutados en
predadores semejantes al león, al tigre, al leopardo, y a otras bestias feroces
que de todo se valen en la lucha por cotos de poder, sin importarles el daño
causado a la población sufrida, sometida, vulnerada, casi desesperanzada.
Partidocracia feroz y
partidos políticos fieros
Implacables
partidos fieros de Mixamer, para los que sólo contaba que los resultados a su
favor les permitieran proseguir el abuso del territorio poseído y sus recursos,
en la nociva contienda por el poder donde todos rugían y daban zarpazos al
agredir, primero, a los de su manada partidista que aspiraban a candidaturas
por cotos de poder federal, estatal y municipal; y después, a los de otros
partidos en campañas electoreras oficiosas y guerra sucia, para vencer y
destrozar al contrincante, ganar comicios y marcar sus territorios.
Luego,
postelectoralmente, reunidos con sus congéneres en respectivas guaridas,
dolidos por lo perdido se lamían heridas que entre todos ellos se habían hecho
y se relamían de gusto por lo ganado. Entes políticos involucionados como eran:
el Partido Revolucionario León, de origen el depredador rey por su
entronización oficial; el Partido Acción Tigre, aristocrático predador de mayor
tamaño y poderío fiero, de abolengo y siempre atrás del trono, y en pos del
trono; el Partido Democrático Leopardo, fiero depredador temido por su peligro
como pantera. Y los híbridos de estos mandones partidos: Partido Verde Ligrón,
Partido del Tigrón, y demás derivados.
Electores contra poderío
fiero
Contra
parches a la Constitución y la pésima alternancia gubernativa: engendros del
círculo vicioso de elecciones en la selva; el día llegó en que para amonestar a
los partidos y encauzarlos por el camino del bienestar de Mixamer y su gente,
en procesos electorales del tercer milenio tomaron fuerza cuatro propuestas
para ejercer el sufragio: la del voto duro partidista y la del abstencionismo,
por parte de la población mayoritaria de explotado trabajo sostenedor del país;
así como la del voto útil y la del voto nulo, surgida de personajes y
asociaciones en boga.
Ciudadanía
que así ejerció su derecho electoral para acabar con la aberrante
partidocracia, cuya feroz depredación es parasitismo letal para Mixamer, puesto
que comparadas las relaciones del ecosistema, su depredar es contra natura y
sin las bondades que en la selección natural atañen a la relación entre las
especies, animales y vegetales, donde el predador caza, mata, se alimenta de
otras especies, y perpetúa su género, e igual es presa de un predador de otra
especie, en el ciclo vital de la naturaleza.
Partidocracia
fiera que sin aprender lección alguna volvió a desoír el clamor del pueblo,
cansado ya de ser sufrido, y en vez de enmendar entuertos de gobierno y
administrativos para bien de la gente y del país, ensoberbecida y obsesa de
poder se dedicó a restañar sus heridas por pugnas politiqueras, a unirse
utilitaristamente para no perder cotos apropiados, y a planear el acecho de
cargos a cazar en nuevas elecciones.
Mientras,
refocilada postelectoralmente, a la población asolada por la pobreza, el desempleo
y la inseguridad social, la partidocracia la apabullaba con difusión masiva de
perogrulladas ideológico-partidistas, análisis de campañas, debates por
rupturas y prebendas internas, y reuniones de personajes y grupos influyentes
en los mutantes partidos León, Tigre y Leopardo, y en los crecidos Ligrón y
Tigrón.
Entes
políticos, gente encumbrada, y gobernantes, concluye Eglisic en la fábula, que
mutaron en la bestia de su identidad hasta el hartazgo de la población, que a
partir de entonces hizo recapacitar a millones de militantes mujeres y hombres,
para que con su integridad rescataran de la degradación a respectivos partidos
políticos, a fin de reconstituirlos como auténticas opciones electorales.
Porque
tiene un costo implacable transgredir las leyes, igual las constitucionales que
se dan los hombres que las de la naturaleza, cual lo pagaron algunos partidos
de Mixamer por no aprender la lección a tiempo, pues al no enmendarse ni
renunciar a la partidocracia y a su condición fiera, afanados por exterminarse
entre ellos degeneraron en hienas carroñeras de los despojos de uno u otro:
bestias de las que se deshizo la legendaria población capaz de decidir, forjar
y elegir, en etapas cruciales, opciones de gobierno y administración requeridas
para la óptima vida de su fabulosa nación.
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